Relatos: Experiencias varias
“Mis amigos…”
CARMODY, José María, Clase 1961.
Cuanto se ha hablado de la amistad en canciones, poesías y pensamientos
filosóficos; pero Jehová y Jesús lo describen de forma impactante: “Un compañero
ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia” Prov. 17:17
y “Nadie tiene mayor amor que este: que alguien su alma a favor de sus amigos”.
Juan 15:13
Debido a mis antecedentes familiares, y el tipo de maltrato que recibí en mi
lugar de reclutamiento, estuve muy aturdido emocionalmente durante varios años,
y por eso creo que en la prisión no demostré lo mucho que agradecía a Jehová el
tener amigos como los que la palabra de Dios describe, y que además, aunque
suene algo loco, fueron mi primer familia.
Pero sin dudas lo disfruté mucho, y muy difícilmente estaba mucho tiempo en mi
celda solo, ya que quería forjar esas inigualables amistades que me rodeaban.
Así que en el trabajo; en el grupo de reuniones, en el pabellón, en deportes,
en… cualquier motivo era bueno para estar con ellos.
Cuando salí en libertad, para diciembre de 1983; por alguna razón que no supe
explicármela en su momento, en forma inconsciente, se me dio por el deambulismo
por aproximadamente 4 meses. Salía por las noches a caminar sin rumbo, y estaba
horas por la Capital y Gran Buenos Aires, hasta que cansaba y me sentaba en la
vereda, y hasta me dormía allí.
Hoy, después de muchos años, y gracias a la amistad que reencontré en el grupo
“prisioneros de una esperanza”, sé que eso que me ocurrió, fue porque no
encontraba un lugar, ni en casa, ni en la congregación, y eso fue porque quería
estar con mis amigos/familia de la prisión.
Creo que nunca voy a poder contar los detalles de lo que viví en mi lugar de
reclutamiento, en la Escuela de Suboficiales General Lemos, porque me sometieron
a tortura mental, y estuve semanas sin poder dormir bien, y suplicándole a
Jehová que no maten o violen a mi mamá y hermana. Ahora no puedo porque me hace
mal a mi salud mental y emocional, y en el nuevo mundo porque Jehová me prometió
que me va a borrar lo que viví.
Pero sí puedo y quiero contar mucho del hermosísimo regalo que me dio, al
conocer a mis amigos.
Hay muchas anécdotas, y prefiero contar las graciosas, son las que me hacen bien
contar y compartir: Estando en la ruta de fajina salió una víbora, que al tener
todos herramientas (palas Lineman), le metimos como 100 golpes en 30 segundos,
la destruimos.
Cuando volví al pabellón, tomé mate, hice deportes, cené, y por último como algo
para disfrutar, me fui a bañar y de ahí a la camita a disfrutar de un lindo
descanso.
Cuando me acosté sentí en la espalda desnuda algo blandito; que me hizo darme
cuenta de inmediato qué era lo que había en la cama. Cuando miré, era eso… la
víbora. Una broma pesada de los compañeros. Haggg!! … del asco y la impresión,
que parecía que la seguía sintiendo en la espalda, creo que estuve más de 1 hora
en la ducha, dejando que me corra el agua.
Esta es la primera vez que escribo acerca de mis vivencias, y eso es gracias a
la motivación de algunos de mis amigos.
Pero sé que voy a seguir contando más en un futuro, de vivencias que me
acarician el corazón y me emocionan, y que están siempre relacionadas con la
amistad de ustedes.
Hoy disfruto cada día de estar conectado con el grupo, con mi primera familia, y
amigos reales, ya que sé que si los necesito, acudirán en mi ayuda, y me encanta
el poder darles mi amistad día a día.