Objetores de conciencia en Argentina

Relatos: La incorporación

Todo en una sola noche…
ROMERO, Daniel Oscar, Clase 1955.


A “el negro” lo conocí en Magdalena, nos hicimos amigos porque también el vivía a unas cuadras de casa y teníamos hermanos en común de la congregación.

Se había criado en la calle y en esa época era todo un tema.

No sabia nada de la verdad y mucho menos de la Biblia, tenía como familia a la madre y una hermana, creo que el viejo les pegaba, pero nunca habló mucho de eso.

Una situación totalmente difícil.

Le tocó el servicio militar y fue destinado a Junín de los Andes, se enlistó como cualquier hijo de vecino.

Una noche en el calabozo que le tocó cuidar había dos  hermanos: Julio Alberto Pellatti y Emilio Eduardo Hernández que le predicaron toda la noche. A la mañana, así sin mas se fue en calzoncillos (en invierno en esa zona hace bastante frío) al Jefe de Guardia y le dijo “yo no voy a ponerme mas la ropa … soy Testigo de Jehová”.

Me imagino la cara del Sargento y me imagino la “gomeada que se comió”. Tiempo después fue a Magdalena como uno de nosotros, estudió formalmente y se bautizó. Pero que era hermano, lo era, se sentía siempre como tal.

Lamentablemente un año o dos después de la baja fueron con la congregación de Villa del parque al Río Lujan a pasar el día y allí se ahogó.

¡Una pena! Siempre me maravilló la sonrisa de felicidad, blanca e ingenua… a pesar de su pasado y a pesar de los “golpes”, el estaba siempre feliz.

Al negro lo espero en la resurrección para agradecerle lo que me enseñó.
 

Con el tiempo su mama estudió con una hermana de Villa Real. No supe más de ellos.

Relato de Víctor Misley

 

Nota: Con el paso de los años un hermano carnal de Daniel, comenzó a estudiar y se bautizó.